Síntesis Histórica  

Una síntesis histórica de Úbeda nos remonta a mediados del tercer milenio con la aparición de formas de la cultura de El Argar en lo que hoy es su casco urbano, incidiendo con sus elementos culturales y haciendo llegar al Valle del Guadalquivir un contingente de población, cuyo objetivo debió ser los centros mineros.

Bajo el imperio romano es conocida por el nombre de «Bétula» por su situación cerca del Guadalquivir, «Bethis», pero es durante la dominación musulmana cuando, sobre su antiguo asentamiento, se funda la ciudad de Ubbadat AlArab (ubbada de los árabes). Su construcción es iniciada por Abd al-Rahman II, convirtiéndose en una de las ciudades más importantes de Al-Andalus.

Carlos V

Úbeda se hace famosa entonces por su industria y artesanía comerciando con todo el Islam y fabricando productos como los «Ubed'ies», esteras de esparto tejidas y bordadas a mano, o los de alfarería y cerámica, cuya tradición se mantiene hasta nuestros días.

En el año 1234 Úbeda es definitivamente conquistada por Fernando III, convirtiéndose en ciudad realenga y titular de un arciprestazgo. Durante más de dos siglos participa activamente en la lucha contra los musulmanes, gozando de amplia autonomía en su gobierno local, regido por el Concejo, panorama que se ve ensombrecido por los duros combates entre los hidalgos de la ciudad, que dieron lugar a que, a semejanza de lo ocurrido en Baeza, las murallas y torres del Alcázar fuesen demolidas en 1506 por orden real.

 

Felipe II

Pero es el siglo XVI, durante los reinados de Carlos V y Felipe II, cuando Úbeda alcanza su máxima pujanza: hombres de Úbeda ocupan puestos decisivos en el gobierno del Imperio; surge la Úbeda del Renacimiento, erguida de torres y palacios, énfasis de la piedra tallada, cuna de nobles y academia de artistas.

Fuente: Folleto: Úbeda. Trismo Monumental. Editado por la Diputación Provincial de Jaén
 

Breve Reseña Histórica  

Los primeros asentamientos existentes en la ciudad se remontan a la Prehistoria, cuando durante las culturas de la Edad del Cobre y del Bronce -III y II milenio A.C.-, distintas comunidades humanas habitaron en el lugar que hoy ocupa el barrio del Alcázar.

En esta zona, fácilmente defendible y próxima a las fértiles vegas del Guadalquivir, se han documentado una serie de cabañas, varios enterramientos y un amplio repertorio de utensilios domésticos -vasijas de cerámica, punzones de hueso, dientes de hoz, azuelas de piedra y elementos metálicos-, que estos pueblos dedicados fundamentalmente a la agricultura y ganadería, emplearon en su vida cotidiana.

Si bien existen algunas evidencias arqueológicas de época tardorromana y visigoda, que hacen suponer la existencia de un pequeño núcleo de población dependiente de la colonia Salaria -Ubeda la Vieja-, la ciudad adquiere su verdadera entidad como un importante núcleo de población, en época árabe.

Es fundada por Abderramán II (822-852) con el nombre de Madinat Ubbadat Al-Arab (Ubeda de los árabes). Formaba parte del distrito (Kura) de Jaén. Alfonso VIII, junto a Baeza, las califica de "ciudades que no las había mayores aquende del mar excepto Córdoba y Sevilla". Aunque quizás algo exagerada la afirmación, sí nos informa de que eran ciudades importantes.

Su recinto encerraba más de 35.000 hectáreas.

De indudable riqueza agrícola, debió predominar el minifundio hortícola y cerealista. Al-Sacundi nos dice que fue famosa por sus bailarinas.

La ciudad es conquistada definitivamente -tras algunos intentos como el de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), con Alfonso VIII- en 1233 por el Rey Fernando III el Santo, que hábilmente aprovechó la anarquía del reino almohade para su anexión, formando parte de las conquistas que realizó: el Reino de Jaén, Córdoba, Sevilla y Cádiz, dando un decisivo impulso a la reconquista.

Un hecho destacable es que la toma de Úbeda se realizó mediante capitulación, posibilitando la coexistencia de distintas etnias que formaban una población de varias culturas (árabe, judía y cristiana).

En época cristiana Úbeda aumentó su alfoz jurisdiccional, llegando su término desde Torres de Acún, en la provincia de Granada, hasta Santisteban del Puerto, pasando por Albanchez de Úbeda, Huesa y Canena.

Aunque ya a mediados del siglo XVI se había establecido su jurisdicción sobre los términos de Cabra de Santo Cristo, Quesada y Torreperogil junto con algunas alcaicerías.

Factor decisivo en este período es su importante valor geoestratégico. Durante casi tres siglos fue población fronteriza, primero de avanzada y luego muy cercana a la frontera entre los reinos de Granada y Castilla. Este hecho determina que los sucesivos reyes castellanos le otorguen numerosos privilegios y concesiones, como el fuero de Cuenca, para favorecer la fijación de una población formada por castellanos y leoneses que permanezca frente a circunstancias de vida adversa, en zona fronteriza.

Este cúmulo de factores (situación geográfica y consiguiente dominio de vías de comunicación, su extensa y rica jurisdicción y presencia de una nobleza cada vez más poderosa) sentó las bases a lo largo del siglo XIV y XV del esplendor de la Úbeda del siglo XVI.

La ciudad cristiana se organiza de acuerdo al mencionado fuero de Cuenca, formándose un Concejo de composición popular, que evolucionará hacia una nobleza de tipo medio que intentará hacer hereditarios los cargos. Cada parroquia o collación presentaba un número determinado de candidatos y la elección última se celebraba el domingo, después de San Miguel (efemérides de la conquista cristiana), siendo los principales cargos a elegir: el Alcaide, Juez, Notario y Almotacén (encargado de contrastar oficialmente las pesas y medidas), exigiéndose, condición para ser elegido, poseer casa y caballo.

Es característica de este período -los siglos XIV y XV-, la inestable situación bélica, con incursiones y ofensivas musulmanas, junto con las luchas motivadas por la rivalidad entre los nobles enfrentados, intentando dominar directa o indirectamente los cargos del Concejo, dando lugar así a la formación de confederaciones entre las diversas ciudades de realengo de la actual provincia para defender su autonomía.

Los conflictos sociales dañan la economía, que está basada fundamentalmente en viñedos y cereales, y en menor escala la seda y el azafrán. Por la riqueza en pastos alcanzó gran importancia el ganado ovino y se desarrolló el caballar.

Los mudéjares eran la base de la agricultura y de la industria artesana existente (la alfarería y el esparto), aunque no podía ser mucha la población musulmana debido a la proximidad del Reino Nazarí.

Episodios como el de 1368, en el que la ciudad es asolada con motivo de la guerra civil entre Pedro I de Castilla y Enrique II de Trastámara, avivó la rivalidad entre los bandos locales encabezados por las familias Trapera y Aranda en un primer momento y Cueva y Molina posteriormente, ocasionando disturbios y luchas callejeras que no se resolverán hasta que los Reyes Católicos tomaron parte en el asunto, interviniendo en el Concejo y mandando destruir el Alcázar usado por la nobleza como fortaleza.

El siglo XVI será la época de máximo esplendor de toda la historia de Úbeda.

Asistimos a un desarrollo económico basado en la agricultura, siendo muy importante la roturación y puesta en valor de nuevas tierras, antes pastizales y campos de pastoreo del Común. Por consiguiente, se produce un aumento de producción agrícola y disminuye la ganadera. La industria artesanal de organización gremial está diversificada, destacando la ceramista y !a pañera (siendo uno de los siete centros productores del país). El desarrollo económico lleva consigo un aumento demográfico, alcanzando la ciudad una población de 18.000 habitantes.

La sociedad está fuertemente estamentalizada, dividada en tres clases, fijosdalgos (nobleza), clero y pecheros. Estos últimos constituían la mayor parte de la población, siendo la única clase productora. El poder económico es detentado por una pequeña y mediana aristocracia propietaria de las fincas agropecuarias y urbanas, acaparando también el poder municipal. La otra clase dominante es el clero, cuya presencia en la ciudad es notoria, que poseía numerosas propiedades y recibía el impuesto de la tercia -la tercera parte-. Existían once parroquias: Santa María, San Pablo, San Pedro, Santo Domingo; San Lorenzo, Santo Tomás, San Millán, San Nicolás, San Isidoro, San Juan Bautista y San Juan Evangelista, así como gran cantidad de órdenes religiosas distribuidas en los distinto; conventos de la ciudad: Trinitarios.
Mercedarios, Franciscanos, Dominicas, Mínimos de San Francisco de Paula, Jesuitas, Carmelitas Descalzas, Hospitalarios, Franciscanas Descalzas, Monjes del Orden III de San Francisco, Dominicos y Carmelitas Descalzos. En este siglo miembros de la nobleza ubetense participan en los más altos puestos de la burocracia tanto civil como eclesiástico, destacando la familia Cobos Molina, cuyo principal  miembro, Francisco de los Cobos, ostentará el cargo de secretario de el emperador Carlos V, llegando a conseguir el más alto status social con la adquisición de títulos nobiliarios como Adelantado mayor de León, Caballero de la Orden de Santiago... y una gran fortuna derivada de su actividad administrativa.

Otros miembros de su familia, como Juan Vázquez de Molina o Diego de los Cobos, también siguen sus pasos y dejan en la ciudad las más importantes obras arquitectónicas del siglo XVI en Úbeda, realizadas por grandes artistas de la época como Siloé, Vandelvira, Berruguete..., creando una tradición constructiva en Úbeda que será emulada en siglos posteriores.

A finales de siglo asistimos a un declive, como en todas las ciudades hispanas, debido a malas cosechas, epidemias, guerras, presión fiscal y reducción de su ámbito jurisdiccional.

En las últimas décadas del siglo XVIII hay un inicio de recuperación económica, siendo la producción agrícola de trigo, cebada, vino, aceite, hortaliza y fruta la más importante, existiendo también montes de encinares, alcornoques, pinos y chaparros con caza menor y mayor y seis salinas en sus inmediaciones, seguida de la industria de paños y balletas, junto con la alfarera. En el comercio ocupa un lugar destacado el del azafrán.

Posteriormente, con la guerra de la independencia, en la que los franceses permanecen entre 1810 y 1813 en la ciudad, se ocasionan grandes perjuicios económicos, no volviendo a recuperarse hasta finales del siglo XIX, experimentando un pequeño resurgir con la mejora en avances técnicos, que llegan con retraso a la ciudad, que sigue siendo un medio rural no afectado a penas por la revolución industrial.

En el aspecto social, la existencia de los casinos, como centros de tertulia, en los que tienen cabida distintas tendencias, supone una apertura ideológica propia de esta centuria.

Fuente: Guía de Úbeda. Ciudad de Renacimiento. Editado por Ceder "La Loma" y realizado por el Módulo de Promoción y Desarrollo de la Escuela Taller de Úbeda. Ayuntamiento de Úbeda 1995

Cronología

2300/2000 A.C.
Una comunidad humana perteneciente á la Edad del Cobre habita en el poblado situado en lo que hoy es el borde Sur de la ciudad -Barrio del Alcázar.

1400/1200 A.C.
Restos de varios enterramientos atestiguan la existencia de un núcleo de población perteneciente a la cultura de la Edad del Bronce.

300/ 200 A.C.
Vestigios de época tardorromana.

852
El Valí de Jaén, Haxen-ben-Abdalazis manda amurallar y fortificar la ciudad de Úbeda. Se comienza a construir el Alcázar y la mezquita Mayor.

1090
Los almorávides toman Ubeda con Yusuf-y-Satyr.

1091
Alfonso VI consuma su discordia con el Cid en Úbeda (Menendez Pidal, La España del Cid).

1132/1138
Alfonso VII arrasa la ciudad.

1146
Invasión de los almohades.

1193/1194
Incursiones de Alfonso VIII en la ciudad.

1212
Librada la batalla de las Navas de Tolosa, también llamada de Úbeda, la ciudad es asaltada, saqueada y destruida por las tropas cristianas. Dos años más tarde los almohades la recuperan.

1233
Conquista definitiva de la ciudad por Fernando III el Santo, concediéndole el fuero de Cuenca.

1235
Fernando III hace merced a Úbeda del Castillo de Olvera.

1246
Concesión de la villa de Cabra a la ciudad, por privilegio real.

1251
Se declara exenta Úbeda del pago de almorifazgo y portazgo

1269
Alfonso X dispone la reparación de las murallas de la ciudad, finalizándose las obras en el reinado siguiente de Sancho IV, a costa de los vecinos de la misma. el Obispo D. Diego Martínez y de la., órdenes militares.

1273
Se confirma para los ubetenses el Fuero de Cuenca en el reinado de Alfonso X.

1275
El rey concede los castillos de Tíscar. Huesa y Belerda.

1286
Confirma Sancho IV, para Úbeda, los beneficios del Fuero de Cuenca.

1292
Sancho IV exime a Úbeda del pago de portazgo y montazgo como en todos sus reinos, aunque excluye de este privilegio a Toledo, Sevilla y Murcia.

1295
Se reunieron en Andújar (Jaén) representantes de los concejos de Úbeda, Andújar. Jaén, Baeza, Arjona y Santisteban, pactando un acuerdo de defensa contra las banderías de los nobles y contra las incursiones moras.

1302
Fernando IV dona la villa de Canena a Úbeda en privilegio fechado en León.

1330
Motín popular contra la nobleza, cuyo cabecilla Juan Núñez Arquero paga con la horca. Ya había habido otro en 1316.

.
1331

Donación del castillo de Quesada en el reinado de Alfonso XI.

1342/1344
Sitio de Algeciras en el que participa el concejo de Úbeda. A raíz de esta contienda surge la leyenda de los doce leones que aparecen en el escudo de Úbeda, que simboliza a 12 heroicos caballeros de esta batalla.

1368
La irrupción de Pedro Gil asola la ciudad destruyendo los templos y quemando todos los archivos municipales, parroquiales y notariales. Es la repercusión en la ciudad de la guerra civil entre Pedro I y Enrique II, siendo Úbeda partidaria de éste último.

1369
Ubeda alcanza el rango de Muy Antigua. Muy Noble y Muy Leal Ciudad en tiempos de Enrique II, que favoreció mucho a la ciudad por haberle sido fiel en la lucha contra Pedro I.

1381
Según la tradición religiosa popular, tuvo lugar el milagro de la aparición de la Virgen de Guadalupe, patrona de la ciudad.

1383
Sentencia ganada al concejo de la Mesta, para que en el territorio de Úbeda no haya cañadas ni abrevaderos.

1396
La noche de San Juan, batalla entre los Aranda y Trapera, cerca de la Puente Vieja. Son los dos bandos nobiliarios enfrentados en la ciudad que ocasionan disturbios. Un siglo después los Cueva y Molina continuarán esta rivalidad.

1442
Reunión histórica en la iglesia de San Pablo, donde se acuerda la reparación de las murallas por temor a que el rey de Granada intente reconquistar Úbeda.

1446
Sentencia de la Torre de las Arcas. "Sentencia Arbitraria" que consistió en la averiguación y justificación de los caballeros fijosdalgos que no debían pagar impuestos.

1471
Caballeros ubetenses pactan y firman pleito homenaje a la princesa Isabel como heredera del trono.

1475
El Concejo de Úbeda nombró a Gonzalo Carvajal para que personado en la Corte, tomara juramento a los monarcas Católicos de guardar los privilegios y mercedes anteriormente otorgados.

1476
La Reina Católica establece la disposición de alcaldes durante dos años y que los judíos y moros habiten en barrio aparte.

1489
Visita a Úbeda de los Reyes Católicos.

1492
El Concejo de Úbeda presta poderosa ayuda en la toma de Granada.

1507
Se manda demoler el Alcázar siguiendo la voluntad, que en 1503 ya habían manifestado los Reyes Católicos, para poner paz entre los bandos locales, que lo utilizaban como defensa.

1521
Carta de clemencia del monarca Carlos I a la ciudad, tras haber sido Úbeda partidaria de las Comunidades.

1526
El emperador Carlos visita la ciudad y jura guardar los privilegios, fueros y mercedes concedidas a Úbeda.

1535
A petición de Francisco de Los Cobos, el Papa Paulo III expedía bula para la fundación de la Iglesia-Panteón del Salvador. Un año después se contrata la realización de la obra a Andrés de Vandelvira y Alonso Ruiz, según trazas de Siloé.

1562
Don Diego de Los Cobos redacta los Estatutos Fundacionales del Hospital de Santiago. Se inicia la obra, que queda suspendida, hasta 1567 en que su arquitecto Andrés de Vandelvira la reanuda.

1562
Hacia esta fecha debió iniciarse la construcción del Palacio de las Cadenas, que seis años más tarde el arquitecto Andrés de Vandelvira entrega finalizado a Juan Vázquez de Molina, su promotor.

1565
Se sustituye la gran hoguera del 29 de septiembre en conmemoración de la toma de la ciudad por corridas de toros, para celebrar las fiestas de San Miguel.

1570
Visita la ciudad el rey Felipe II y jura como su padre guardar todos los privilegios, fueros y exenciones concedidos a Úbeda. .

1557
Úbeda contribuye a la lucha contra Portugal e Inglaterra. Es nombrado D: Luis de la Cueva capitán de 200 infantes de la ciudad, que habían de aprestarse para servir en la Armada.

1591
San Juan de la Cruz entra en la ciudad, donde muere el 14 de diciembre.

1606
Año calamitoso para la agricultura más de 1.000 pobres tuvieron que ser alojados, para comer en casas de los pudientes:

1621
Subida al trono de Felipe IV. Tuvo que aplazar la ciudad hasta julio la ceremonia, por falta de recursos.

1622/1664
Años de malas cosechas, frecuentes en el siglo XVII.

1680
Carlos II hizo a Torreperogil villa real e independiente, desmembrándola de la jurisdicción de Úbeda.

1681
La peste asola la ciudad.

1755
Terremoto que quebrantará bastantes casas de la ciudad.

1777
Proposición del corregidor para evitar que los oficios de panadero, arriero, molinero, aguador y otros fuesen considerados como denigrantes, con objeto que fuesen ubetenses y no forasteros quienes desempeñaran estos oficios.


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Fecha de la última actualización 04/11/07


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Cronología (Continuación)

1810
Entran en Úbeda el ejercito francés de Napoleón, permaneciendo en la ciudad en períodos discontinuos.

1812
Definitiva retirada de los Franceses. La ocupación había ocasionado múltiples pérdidas.

1813
Úbeda conmemora la Constitución de 1812 con la colocación de una lápida en las Casas Consistoriales.

1834/ 1855
Fuertes epidemias de cólera afligen a Úbeda.

1860
El Ayuntamiento inició la gestión para la instalación en el exconventode la Trinidad del primer colegio de Primera y Segunda Enseñanza a cargo de los PP. Escolapios.

1861
Se concedió a Ubeda una estación telegráfica.

1862 Úbeda concurrió con frutos de su comarca (trigo, cebada y vinos) a la Exposición internacional de Londres.

1868
La multitud se congregó ante las Casas Consistoriales gritando en contra de Isabel II

1869
El Ayuntamiento incautó, con motivo de la Desamortización, el convento del Palacio de las Cadenas, para posteriormente establecer en él sus oficinas y dependencias.

1874
Se instala el primer molino de aceite a vapor de la ciudad.

1875
Se establece en la ciudad el cuartel de la Remonta.

1851
Entubación de los minados. Se proponen medios económicos para la traída de aguas. Se publica el semanario La Opinión.

1887
El Ayuntamiento estudia por vez primera la conveniencia de sustituir el alumbrado público de petróleo por el eléctrico.

1900
Definitivamente se instala el alumbrado eléctrico.

1906
Se inaugura el tranvía eléctrico de La Loma.

1910
Se instala el teléfono en la ciudad y se abre el primer cine.

1926
Visita de Alfonso XIII a la ciudad, renovando la tradición real de jurar cumplir y guardarlos privilegios, como ya lo habían hecho Carlos I y Felipe II.

1929
En la Exposición Iberoamericana de Sevilla, Úbeda muestra sus productos de Artesanía del esparto y 19 documentos de su archivo, junto con una colección fotográfica de sus monumentos.

Fuente: Guía de Úbeda. Ciudad de Renacimiento. Editado por Ceder "La Loma" y realizado por el Módulo de Promoción y Desarrollo de la Escuela Taller de Úbeda. Ayuntamiento de Úbeda 1995